domingo, 22 de marzo de 2009

Noticias. Mendoza. Simposio sobre la persona por nacer

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales , la Facultad de Ciencias de la Salud y el Depto. de Invest. Cient. y Tecnológicas de la UNIVERSIDAD DE MENDOZA, conjuntamente con el INSTITUTO DE DERECHO CIVIL “PROFESOR DR. GUILLERMO A. BORDA”, organizarán el XI SIMPOSIO “TEMAS Y CONTROVERSIAS DE DERECHO CIVIL”, esta vez dedicado a “LA PERSONA POR NACER. APECTOS FILOSOFICOS, JURÍDICOS, MÉDICOS, BIOLÓGICOS Y BIOÉTICOS” el MIÉRCOLES 1 – ABRIL- 2009. Inscripción abierta. Informes: FCJS Y FCS-UM. Horario: 17.00 a 21, 30. Lugar: Aula Magna de la UNIVERSIDAD DE MENDOZA . http://www.um.edu.ar/nuke6/

Aborto en los casos de violación seguida de embarazo en niños


En marzo de este año, cobró relieve el embarazo de una niña de nueve años (la foto que se ve al lado es la de la niña, publicada en g1.globo.com/.../0,,MUL1034805-5598,00.html). En su vientre llevaba gemelos, producto del abuso sexual de su padrastro (probablemente reiterado). La niña pesaba 33 kg. y medía 1, 36 m. Los médicos y funcionarios del Estado, determinaron que dado que la vida de la niña corría peligro, convenía abortar a los dos pequeños niños gemelos que ella llevaba en su vientre. Una semana más tarde, una niña de trece años en el estado de Bahía (Brasil), encinta por abusos cometidos por su propio padre, decidió dar a luz (llevar el embarazo adelante). La niña es huérfana de madre, su única familia es probablemente el hijo que lleva en su vientre. En Argentina, el año 2008, se decidió en Mendoza un caso semejante. Una niña de doce años había sido abusada por la pareja de su madre. Quedó encinta. Su madre peticionó el aborto. El juez no hizo lugar. La niña quería dar a luz a su hijo, y la abuela, que era el único referente contenedor para la niña, se oponía al aborto.


No podría juzgar situaciones concretas, que no conozco (y que no conocen la mayoría de los que opinan). Sin embargo, de los tres casos que anteceden, surgen gran cantidad de interrogantes, de carácter genérico:



  • ¿Quién puede decidir sobre la vida y la muerte del niño que es gestado?
  • ¿Puede decidirlo el médico? ¿Lo decide un juez? ¿Qué plafón ético o qué principios jurídicos toma para su decisión? ¿Es lícito un examen de los criterios ético-jurídicos? ¿Todos los criterios ético-jurídicos de los médicos o jueces son igualmente válidos y legítimos?
  • ¿La vida y la muerte de una persona está en manos de un juez o de un médico?
  • ¿Quién tiene derecho a decidir si la niña puede o no ser madre?

  • ¿Pueden decidir el aborto, los representantes de la niña que faltaron a su deber de cuidado y que incluso puedan querer suprimir los efectos (el niño que es gestado) para esconder la causa?

  • ¿Qué es lo mejor para la madre-niña violada? ¿Será mejor que ahora, además, le maten a su niño?

  • ¿Qué es lo aberrante: el niño que está en el vientre o el hecho de la violación a un menor de edad? Porque si lo aberrante es la violación, la supresión de la vida el niño, que es todo luz y vida, no suprime el hecho ya acontecido de la violación aberrante. Abortar sólo añade, no borra.

  • ¿Qué críticas surgen al actuar de la Iglesia en las asociaciones que favorecen el aborto? La Iglesia Católica y numerosas asociaciones pro-vida no cuentan con fabulosas asignaciones presupuestarias, sin embargo por pura gratuidad y don, asisten a las niñas durante años, con diversas formas de acompañamiento.

  • ¿La voz de la niña? ¿Quién la oye? ¿Se les informa a las niñas-madres suficientemente que lo que llevan en sus entrañas es un niño, al que podrán acunar y llamar "hijo"? Lo digo porque es sabido que no siempre se permite a algunas asociaciones favorecer un imposible consentimiento informado (digo imposible, porque es absurdo el consentimiento informado para un delito, y el aborto es un crimen... del que las niñas-madres suelen ser víctimas)

  • ¿La voz silenciosa del niño no nacido, habitualmente ya con forma humana, será oída?

En fin, que el aborto directamente procurado siempre es atroz. Es imperativo tomar conciencia de que ni el derecho ni la medicina pueden enarbolar estandartes contra la vida, el primero de todos los derechos humanos.


No hay ciencia, si ésta se opone a la vida del hombre. La ciencia inhumana no es ciencia (ni jurídica ni biológica) porque le fallan sus quicios más esenciales. Es una superestructura vacía, llamada a destruir lo que hay de más noble en las madres, en los niños, en la familia y en la sociedad. El aborto es antijurídico y es gravísimamente inhumano.


Abrazemos a todos los niños que sufren, con nuestras plegarias. Ninguno de ellos, nacido o no, merece la violencia (ni la del abuso sexual, mucho menos la de la muerte a manos de los adultos que matan ascépticamente, con el nuevo género de muerte "ética"). El resultado del aborto directamente procurado, será inexorablemente dos muertes: la del niño no nacido y la de la maternidad de la madre, con secuelas de deshumanización difíciles de precisar.